La Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València (CEFUV) promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios (EDEM), el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA), el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y la Universitat de València (UV), y que cuenta con el patrocinio de CaixaBank y Broseta, ha organizado una Jornada para presentar y debatir en torno al informe elaborado por el equipo de investigadores de la Cátedra sobre las percepciones que tienen los estudiantes universitarios de las diferentes alternativas laborales y, en particular, sobre las características y condiciones laborales que asocian con las Empresas Familiares.
La inauguración de la Jornada ha corrido a cargo de la vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universitat de València, Rosa Donat.
A continuación, Alejandro Escribá, catedrático de la Universitat de València y director de la CEFUV, ha presentado el estudio que tiene por título “Percepciones del alumnado universitario sobre las alternativas laborales: análisis de estereotipos en el primer grupo empleador (empresa familiar)”. El estudio ha contado con la colaboración de la Universitat de València, la Universitat Politécnica de València, EDEM, la Universidad CEU-Cardenal Herrera, la Universidad Europea de Valencia y la Facultad de Económicas de la Universidad Católica de Valencia.
El profesor Escribá ha mostrado los datos obtenidos a partir de más de 1.600 respuestas de estudiantes universitarios de las universidades públicas y privadas valencianas. En su presentación, ha destacado que en términos generales se observa un conocimiento limitado de la realidad laboral por parte del estudiantado. No obstante, entre sus preferencias destacan las empresas de propiedad no familiar, de gran tamaño, y con un cierto carácter tecnológico, así como las start-ups y nuevas empresas basadas en el conocimiento. La empresa familiar, prevalente en la economía española y responsable de la generación del 66% del empleo privado, queda relegada a la cuarta posición, aunque por delante de la administración pública. La imagen de la empresa familiar es algo más positiva entre los estudiantes de las universidades privadas y también entre las alumnas.
Los datos indican que no hay suficiente conciencia de su relevancia en la economía y de la enorme heterogeneidad existente entre las empresas familiares. En este sentido, la percepción que tiene el alumnado es muy positiva en algunos aspectos, y muy distante del ideal en otros. Destacan en positivo su compromiso con el territorio y la sociedad local, su cercanía y trato humano con los empleados, la estabilidad y el clima laboral que ofrecen o las posibilidades de conciliación que presentan. Sin embargo, se perciben muy lejos del ideal en aspectos relacionados con los salarios, las posibilidades de aprender y obtener formación o de disfrutar de planes de carrera. Estos últimos aspectos son muy relevantes para los y las jóvenes participantes, y muestran el camino que debería andarse desde las empresas familiares y desde las universidades para romper los fuertes estereotipos existentes en torno a la empresa familiar y que limitan su capacidad de atracción de talento.
Para analizar estos resultados han tenido lugar dos mesas redondas. La primera de ellas, compuesta por responsables de los servicios de empleo y orientación profesional de universidades públicas y privadas: Jesús Soret (delegado de la rectora para el empleo y las prácticas de la UV); Sergio Esteve (director de carreras profesionales y alumni de EDEM); Elena Caballero (jefa de servicio de Observatorio de Empleo de SIE de la UPV); y Sonia Cabañas (responsable de carreras profesionales de la Universidad CEU-Cardenal Herrera). Estos expertos han reflexionado sobre las mejoras que pueden introducirse en el ámbito universitario para incrementar el grado de conocimiento que el alumnado tiene de la realidad laboral y aproximar sus competencias a las necesidades de las empresas. Asimismo, han expuesto sus ideas respecto al papel que la empresa debe jugar en estos procesos, desde el desarrollo de las prácticas formativas, hasta la involucración en las actividades docentes y curriculares de los estudiantes.
En clave de autocrítica, se han expuesto posibles mejoras en los programas de orientación profesional aprovechando los perfiles de estudiantes identificados en el estudio y aproximando más la realidad empresarial a las aulas. A modo de ejemplo, Sergio Esteve ha manifestado que “las universidades tenemos que ser el punto de unión entre estudiantes y empresas. Desde EDEM entendemos que el estudiante debe de tocar la realidad empresarial desde el primer día para así poder aprender cómo se aplican en el mundo laboral los conocimientos que van adquiriendo”. Por su parte, Elena Caballero ha realizado una llamada al mundo empresarial indicando que “la empresa familiar y la universidad comparten la misión y la visión de cultivar el conocimiento, donde el talento y la innovación educativa se entrelazan para construir un futuro sólido y prometedor. Nuestros jóvenes esperan de nosotros que colaboremos para potenciar y retener el talento en nuestra comunidad. Os invito a que nos digáis lo que como empresa familiar necesitáis de nosotros”. Sonia Cabañas ha querido destacar que “hacen falta estudios así para volver a tomar conciencia de cosas que a lo mejor no estamos calibrando bien” y Jesús Soret ha expuesto que “el primer reto que tenemos delante es conseguir que las empresas den prácticas remuneradas. En la actualidad, un 60% de las prácticas no son remuneradas”.
A continuación, ha tenido lugar otro interesante coloquio con directivos y expertos del ámbito de la empresa familiar. La mesa, moderada por Alejandro Ríos (socio director de Broseta Abogados) ha contado con la presencia de Bernardo Gregori (presidente del Consejo de Familia de Grefusa); Rafael Pérez (director de Recursos Humanos del grupo Simetría) y Esteban Sastre (director de Economía y Empresa del Instituto de Empresa Familiar – IEF). En esta mesa se ha debatido sobre los estereotipos existentes en torno a las empresas familiares y las prácticas y políticas que sirven para subsanar la visión, a menudo sesgada, de la realidad de estas empresas. Rafael Pérez (Grupo Simetría) ha señalado que “la empresa familiar juega un papel esencial en la economía española y permite a los profesionales desarrollar cualidades esenciales como la visión global, la adaptabilidad o el sentimiento de pertenencia a la empresa». En su opinión, «la percepción que se tiene de la empresa familiar no hace justicia al alto nivel de profesionalización que se puede observar en muchas de ellas». En esta misma línea, Bernardo Gregori (Grefusa) ha animado a las empresas familiares a trabajar para “eliminar los prejuicios; las empresas familiares deben presumir y sacar pecho del orgullo que supone ser empresa familiar en cualquier foro”.
Alejandro Ríos (Broseta) ha destacado que el estudio presentado en este acto “permite concluir que, pese a los esfuerzos de divulgación y las posibilidades de desarrollo profesional que ofrece la empresa familiar, todavía existen falsos prejuicios por parte del estudiante sobre la empresa familiar, por lo que hay que seguir trabajando en ello”. De igual modo, Esteban Sastre (IEF) ha señalado que “en un momento de cambios muy relevantes y permanentes, las empresas familiares deben aprender a adaptarse a las nuevas circunstancias para captar y retener talento. Este tipo de informes permite conocer mejor la opinión de los jóvenes universitarios, lo cual puede ayudar enormemente en la toma de decisiones”.
En la conclusión, Escribá ha destacado que “existe conciencia de la existencia de estereotipos desde hace mucho tiempo, pero la medición pionera realizada en este trabajo es crucial para poder guiar planes de acción para aproximar más la realidad empresarial al mundo universitario, así como evaluar la eficacia de dichos esfuerzos”.