Castilla Termal apuesta una vez más por la combinación de bienestar, cultura y patrimonio para la puesta en marcha de su nuevo establecimiento hotelero de cinco estrellas, que en esta ocasión se asentará en el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, a ocho kilómetros de Gandía (Valencia).
La cadena hotelera ha llegado a un acuerdo con los propietarios del Monasterio para su uso durante los próximos 50 años y para comenzar los trámites necesarios para abordar la reforma del edificio. La representante de la familia propietaria ha manifestado su satisfacción por el compromiso: “El Monasterio necesita una rehabilitación completa que esté a la altura de los valores patrimoniales e históricos que tiene, y para que se pueda llevar a cabo es necesario dotarlo de una actividad económica de alto nivel que sea acorde a la importancia del edificio. Por eso no se nos ocurre mejor compañero que Castilla Termal para acometer un proyecto de esta envergadura, ya que la empresa está reconocida por su experiencia en la restauración y gestión de hoteles con un alto valor histórico y patrimonial. Esta intervención le dará más valor a lo que representa y supone ya para la zona y para todo el país un BIC como el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba.”
Por su parte, el CEO de Castilla Termal, Roberto García, ha expresado el avance que supone para la compañía este acuerdo: “Tras la próxima apertura de nuestro hotel de cinco estrellas en Brihuega, Cotalba es la constatación de que el plan de expansión de Castilla Termal ha tomado ya velocidad de crucero y está plenamente alineado con nuestro plan estratégico de crecimiento”, ha señalado.
Castilla Termal iniciará las obras de rehabilitación, previsiblemente en 2024 y será el primero de la cadena en la Comunidad Valenciana, en este monasterio cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, cuando un grupo de eremitas visitaron al Papa Gregorio XI, que autorizó su creación.
Situado en el término municipal de Alfauir, sobre el altozano de Cotalba, el Monasterio de San Jerónimo es una de las construcciones monásticas mejor conservadas de la Comunidad Valenciana y está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1994.
Se caracteriza por una gran variedad estilística, pues arranca de una primitiva estructura gótica medieval del siglo XIV, pero se desarrolla fundamentalmente entre los siglos XVI y XVIII. Su patio de entrada, con su imponente torre gótica, el patio de los naranjos, el claustro mudéjar, la antigua iglesia, la sala capitular, la antigua iglesia con capilla barroca, así como los jardines románticos y el acueducto gótico que lo rodea, son testigos de su intensa historia y dignos de visitar y de disfrutar.
