Rafael Miñana, editor de Gaceta del Turismo y miembro de la Mesa del Turismo de España
Quiero imaginar que nuestro querido alcalde de Valencia, el manresi Joan Ribó, debe ser de los que piensa en el conocido dicho de «vísteme despacio, que tengo prisa», porque por sus hechos, tanto él mismo como el bien conocido partido político Compromís, al que pertenece, llevan en su ADN pegada la palabra «prórroga».
He de decir que era una palabra que hasta que entró Ribó en la alcaldía del Cap i Casal, solo la había oído una vez cuando tuve que «prorrogar» un crédito pendiente debido a la subida de intereses.
Después de aquello, la maravillosa palabreja llevo oyéndosela años a este partido que nos gobierna en Valencia, junto con el partido socialista, este último obligado por no tener mayoría para poder hacerlo en solitario.
En fin, esa unión inseparable de Compromís, que ni hasta el nombre me confunde porque todavía no sé el compromiso con qué o con quién lo tienen. Lo que sí tengo claro es que Compromís ha solicitado para Valencia tantas prórrogas y retrasos de inversión y proyectos, que me da perfectamente para una relación que os enumero a continuación:
Museo Marítimo, tenemos las Reales Atarazanas vacías hace 20 años y seguimos sin Museo Marítimo.
Tinglados del Puerto de Valencia. Siguen sin actividad y vacíos de contenido los tinglados 2, 3, 4 y 5 desde hace mas de 10 años.
Varadero del Puerto de Valencia. Rehabilitado hace años, pero sin actividad, ha tenido que pagar indemnización a una empresa a la que fue adjudicado.
Estación Marítima junto al Edificio del Reloj. Exactamente igual, sin ninguna actividad. Una ventana al mar donde se podrían crear cientos de puestos de trabajo.
Hotel solicitado junto a la Estación Marítima. Un grupo inversor valenciano lleva más de 10 años esperando a empezar las obras.
Docks Comerciales. Edificio histórico paralizado y sin actividad durante años.
Nueva terminal de pasajeros de cruceros. También nuestro alcalde Ribó dijo no a su construcción y ha sido aprobada con su oposición.
Ampliación del Puerto de Valencia. A la mayor inversión privada, -de más de 1.200 millones- que se quiere realizar en el mayor puerto de España en trafico de mercancías, también ha mostrado el alcalde sus reticencias. Más de 100 licencias hoteleras están pendientes por prórrogas a su aprobación.
Y para terminar, la ultima de las prórrogas, del mismo partido pero en Sagunto, a la gran inversión de la gigafactoría de Volkswagen, donde se oponen a la construcción de una factoría fotovoltaica, necesaria para este gran proyecto.
Saben los lectores, sumando años y prórrogas, los puestos de trabajo y cientos de familias que podrían vivir con todas estas propuestas, a las que este partido lleva poniendo palos en la rueda, en un Compromís, que no sabemos a qué o a quién será, pero desde luego, no parece que sea con el futuro de Valencia y sus ciudadanos, simplemente recoge el fruto del trabajo hecho por sus socios y sus antecesores. Triste, pero muy cierto.
