Queridos lectores,
Sinceramente creo que en el ADN de nuestros políticos hay alguna hormona que les hace perder la falta de empatía y el sentido común ante la realidad del día a día y, sobre todo, hacia sus clientes, que en su caso son los votantes…
En el mundo, y concretamente en Europa, vivimos en una pandemia que sigue andando por nuestras calles, una guerra que está poniendo el mundo patas p’arriba, unos problemas importantes con la energía y unos precios disparatados donde un señor o señora que cobra mil euros al mes tiene que pagar, en muchos casos, el setenta por ciento de lo que cobra y no hablemos de la cesta de la compra….
Vamos, que tiene uno que hacer malabares para tener unos euros para irse a la agencia de viajes y comprar unas vacaciones con la mejor financiación.
Tras este maravilloso panorama ¿considera usted, mi querido lector, que viendo la cantidad de destinos
maravillosos que hay en el mundo a un precio súper competitivo -y que por cierto, hablamos de muchos de ellos en el interior de nuestro número especial este mes de verano con “Protagonistas del Turismo”- voy a escoger como turista el que me cobra mas caro?
Insisto creo que alguno de nuestros políticos no son conscientes del día a día y concretamente me refiero a la implantación de una tasa turística en la Comunidad Valenciana, zona turística por excelencia, a propuesta del partido Compromís en este momento tan poco oportuno en la economía actual y aunque se instaure en el plazo de un año las perspectivas económicas, según los expertos, no parecen mucho mejores.
Es evidente que hay que buscar recursos económicos para mejorar todas las infraestructuras que disfrutamos, tanto las personas locales como los turistas, pero lo que es evidente es que este es el momento menos oportuno para echar “leña al fuego” viviendo un verano tan caliente y que sigue
y sigue …