La diversidad cultural y étnica de los pueblos indígenas que habitan en Centroamérica y República Dominicana otorgan a la región una riqueza única inigualable. Los más de 60 pueblos originarios que existen representan cerca del 20% del total de la región de Centroamérica. En su mayoría ocupan superficies terrestres y marinas del Istmo, donde se resguarda más del 60% de los ecosistemas naturales y la biodiversidad de la región, contribuyendo con sus prácticas a mantener intactos verdaderos paraísos.
Hoy en día, son varios los ejemplos donde poder descubrir estos pueblos, sus raíces ancestrales, costumbres, lenguas vivas, gastronomía o folklore, en toda la región de Centroamérica y República Dominicana.
Guatemala: corazón del mundo maya
Con más de la mitad de su población indígena, Guatemala es una sociedad multiétnica y pluricultural. De hecho, es el país centroamericano donde habita un mayor número de grupos étnicos: 24 en total. Además, su riqueza linguistica se plasma en las 22 lenguas mayas que hablan más cuatro millones de indígenas guatemaltecos, como por ejemplo, el achií, akateco, awakateco, chalchiteco, jacalteco, kaqchikel, k’iche’, sakapulteco o uspanteko, entre otros.
La cultura maya está latente en todo el país. Así por ejemplo, en la zona del Altiplano, el visitante puede descubrir las tradiciones, lenguas, la colorida vestimenta diferente en cada etnia, los vibrantes mercados o su rica gastronomía, transmitida de generación en generación, e incluso adentrarse en sus arraigadas creencias, basadas en el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.
Además de esta etnia precolombina, en el país conviven también los pueblos xinka y garífuna, estos últimos ubicados principalmente en Livingston, en el caribe guatemalteco, y que descienden de los primeros africanos que llegaron a su costa.
Belice: simbiosis de la cultura maya y criolla
El pequeño país centroamericano sorprende al visitante por la simbiosis de las diferentes culturas, gracias a su pasado histórico y a las diversas etnias que llegaron y fueron habitando sus territorios. Dos de las que han marcado claramente la identidad del país son los mayas y los criollos. Hoy en día, los tres grupos más grandes y representantivos de Belice son los criollos, los mayas-kekchí, maya-mopán y los garífunas.
Son varios los lugares del país donde coexisten a la perfección la cultura moderna con las tradiciones y rituales del pasado. Uno de los ejemplos lo encontramos en el distrito de Toledo, donde palpita la vida maya actual.
En la costa, los garífunas muestran toda la belleza del mestizaje de los africanos con los indígenas americanos. Esta curiosa fusión se manifiesta con toda su fuerza a través de sus bailes, músicas y rituales religiosos y en los sabores de su gastronomía, con marcado carácter caribeño con ingredientes como el coco, la yuca o el pescado.
La riqueza de estos pueblos se muestra también en la variedad de sus lenguas. En Belice, además del criollo beliceño y el inglés, se hablan lenguas mayas, el arawak, la lengua garífuna y el plautdietsch, lengua de los menonitas que comenzaron a asentarse en la isla en los años ’50, entre otros idiomas.
Panamá: perfecta convivencia entre el pasado y presente
Panamá es una tierra llena de contrastes, donde conviven a la perfección la modernidad de su capital, con las comunidades de los siete pueblos indígenas que las habitan: los Ngäbe, los Buglé, los Guna, los Emberá, los Wounaan, los Bri bri, y los Naso Tjërdi.
Así por ejemplo, podemos encontrar los Gunas que residen, principalmente en la región de Guna Yala-anteriormente conocida como San Blas-y que mantienen muy arraigadas sus tradiciones, lengua e identidad cultural. Además, son fieles guardianes y protectores de su territorio, rodeado de infinidad de playas vírgenes, preservándolas como auténticos paraísos terrenales.
Otra de los principales etnias indígenas de Panamá son los Emberá, originariamente de la Región del Darién, en el extremo este del país, y que en los últimos años han ido trasladando sus comunidades a las cuencas de los ríos Chagres y Gatún, abiertas a los visitantes para mostrarles su forma de vida y costumbres y puedan conocer cómo mantienen vivas sus raíces.
República Dominicana: el reino de la cultura taína
Si bien hoy en día, República Dominicana es cuna de razas y culturas, la herencia taína sigue muy presente en todo el país. Los taíno-arawak fueron los primeros habitantes de República Dominicana que se establecieron antes de la llegada de Cristóbal Colón y los españoles. Los taínos tenían múltiples reinos, cada uno gobernado por un jefe o cacique, y coexistían pacíficamente.
Actualmente el espíritu de los taínos sigue muy latente en la idiosincrasia nacional. Desde el legado de esta cultura precolombina, que se puede descubrir en diferentes museos del país, como el Museo del Hombre Dominicano en Santo Domingo o el Arqueológico Regional Altos de Chavón, hasta la gastronomía, como el delicioso casabe de yuca, presente en muchos platillos típicos dominicanos.
Nicaragua: historia viva a través de su diversidad étnica
Distribuidos a lo largo del país, en total son siete los pueblos indígenas que habitan las tierras de Nicaragua: los Chortega, los Matagalpa, los Ocanxiu y los Nahuatl, que han estado históricamente situados entre la costa del Pacífico y el centro norte, y los pueblos Sumu Mayangna, Rama y Mískitu, que viven en la costa del Atlántico.
Precisamente este último, ubicado en el territorio transfronterizo entre el norte de Nicaragua y el sur de Honduras, es el pueblo indígena más grandes de la Costa Caribe.
Por otro lado, se encuentran los pueblos Creole y Garífunas, referidos como “Comunidades Étnicas” y reconocidos con derechos colectivos descendientes de los esclavos africanos que llegaron a Nicaragua y fueron recibidos e integrados por algunas de las comunidades.
Costa Rica: preservación activa de sus territorios
Costa Rica trabaja por preservar los territorios indígenas y las culturas de sus pueblos. Actualmente existen 23 territorios indígenas en los que habitan ocho grupos diferentes: los Maleku, los Bribri, los Cabécar, los Borucas, los Térraba, los Chorotega, los Huetár y los Ngäbe.
Los Ngäbes son, de hecho, el pueblo más numeroso del sur de Centroamérica, presentes también en Panamá.
Honduras: país multi-étnico y pluricultural
Las etnias indígenas constituyen gran parte de la herencia cultural hondureña, aún vigente en la actualidad y que habitan distintas regiones de país con costumbres, idiomas y cultura propia. Entre ellos, se pueden identificar los pueblos Lenca, Maya-Chorti, Tawahkas, Pech, Mískitu, Nahuatl, así como también grupos de afro-descencientes, como los Creoles y los Garífunas.
Grupos como los Tawahka viven de la práctica de la agricultura itinerante de subsistencia, mientras que otros están más asentados, como los Lenca, el pueblo más numeroso, situados en La Paz, Comayagua, Intibucá, Lempira y Santa Bárbara.
El Salvador: herencia maya aún presente
Actualmente, los pueblos originarios que aún habitan en El Salvador son los Lenca, los Cacaopera y los Nahuapipil, todos ellos procedentes de los mayas. Estos pueblos celebran esta efeméride de los pueblos indígenas con un ritual en el que agradecen al fuego sagrado por los cultivos de ese año. También se hacen ofrendas florales, cacao y elotes a los ancianos de cada tribu.