Entrevista a Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia (AHS), vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla y vicepresidente de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (FAHAT).
La Asociación de Hoteles de Sevilla cuenta con 220 asociados o, en otras palabras, más del 80% de las plazas hoteleras de la capital hispalense y su provincia. Este año celebra su 42 aniversario y su objetivo es el de coordinar, representar, gestionar, fomentar y defender los intereses generales y las aspiraciones comunes de sus miembros. Una labor que ahora, en plena crisis sanitaria y financiera, se siente más necesaria que nunca.
La Covid-19 ha supuesto un duro revés a la economía mundial, y uno de los sectores más afectados ha sido sin duda el turismo y, por defecto, el hotelero. ¿En qué momento se hallaba la ciudad de Sevilla en este sentido antes de esta crisis sanitaria?
Ante un crecimiento muy fuerte. De hecho, el 2019 fue un año récord histórico y actualmente todavía existen 25 proyectos de hoteles nuevos que continúan su curso. Muchas veces me preguntan que cómo con la situación actual siguen los hoteles construyéndose, y la respuesta es clara: cuando tienes un proyecto lanzado y piensas que la ciudad tiene futuro, pues evidentemente no vas a dejar un proyecto a dos tercios terminado.
¿Sería posible establecer qué porcentaje de la economía de la ciudad correspondía a la actividad turística antes de la crisis?
Llevaba dos años apelando porque se hiciera un estudio de la importancia del turismo dentro del sector económico sevillano, pero no el tradicional, sino el que es con impacto directo, indirecto e inducido. Nunca llegó a realizarse pero lo hemos visto ahora con la pandemia: se ha parado el turismo, se ha parado todo. Se ha parado el comercio, se han parado muchas empresas de construcción que estaban levantando viviendas de uso turístico, se han parado hoteles, la actividad de fabricantes de cerveza y refrescos… Si tenemos más de 700 mil habitantes en Sevilla, y tres millones y pico de turistas al año, pues imagina lo que consume esa gente que viene de fuera, ¿no?
Son cantidades muy importantes que se están notando ahora con la pandemia. Si vamos a cifras del impacto directo, estaríamos en torno al 12/13%; si metemos el indirecto tendríamos en torno a un 15%. Y si hablamos del inducido, probablemente llegaría a superar el 25%.
Lo que necesitamos son clientes. Es decir: primero, que la crisis sanitaria se controle, y después que haya clientes. Las ayudas y los ERTE son un medio de supervivencia.
¿Qué expectativas tiene el sector hotelero hispalense para este verano?
Subsistir, seguir vivos… todas esas cosas. Va a ser un verano muy duro, en Sevilla ahora mismo tenemos más o menos un 35% de los hoteles abiertos. Las ocupaciones son muy bajas, ha habido algo de movimiento hasta el 15 de julio, pero sobre todo ha sido movimiento de empresas. Esto ha hecho que hoteles que trabajan este tipo de clientelas hayan tenido unas ocupaciones de un 30/ 35%.
Ahora que ya se deberían suplir esas cifras con el turismo, pues está subiendo muy, muy despacio. Ya se ve por Sevilla algo, alguna persona, pero nada que ver con la capacidad que tenemos como ciudad. Eso se tendrá que ir retomando poco a poco y ahora mismo hay muchos hoteles que están abriendo sabiendo que van a perder dinero. Lo hacen un poco por recuperar al personal que tienen con los ERTE, para no perder clientela y no perder posicionamiento en buscadores, porque si no estás o no produces ventas, vas cayendo, pierdes visibilidad y retomar ese posicionamiento que generan muchas estancias conlleva mucho tiempo.
Esto no será igual nunca. No vamos a volver al punto de salida y hay que reinventarse por el camino.
¿Va a necesitar ayudas el sector para poder sobrevivir?
Lo que necesitamos son clientes. Es decir: primero, que la crisis sanitaria se controle, y después que haya clientes. Las ayudas y los ERTES son un medio de supervivencia. Es decir, es como cuando se hunde un barco y dices, “¿qué necesito?” Pues que me lleven a tierra, ¿no? Pero hasta que me puedan llevar a tierra necesito un flotador, una lancha salvavidas. Pues esto es la lancha o el flotador. Entonces, no debemos de perder el norte en el sentido de que nos tienen que ayudar, pero que el fin, lo que necesitamos, es que se muevan los flujos turísticos. Campañas de promoción muy potentes.
Hablando de ayudas; ¿qué medidas se han tomado desde la Junta de Andalucía para dar un impulso al sector?
Estamos todos con los créditos ICO, que sí han sido una ayuda. También es verdad que se le han dado a quienes ya tenían solvencia y que además las cantidades son bastante ridículas: si haces una línea de crédito de 4.500 millones, cuando tienes grandes cadenas hoteleras que facturan muchísimo dinero, pues las acaparan. Es cierto que han sido insuficientes, ahora vamos a ver si hay otras líneas.
Y ayuda directa, que es lo que hay que hacer y más por vía fiscal, pues se ha visto menos. Yo entiendo que el Estado necesita recaudar, porque para hacer las políticas que está haciendo pues necesita dinero, pero es que si yo el año pasado tuve un año récord, no me haga usted que pague los impuestos de sociedades sobre el año pasado porque me hunde; bájeme usted el IVA, porque me hace más competitivo, como ha hecho el Reino Unido; si no tengo actividad económica, páreme usted el impuesto de actividades económicas, porque realmente no hay actividad económica.
¿Y desde el Ayuntamiento de Sevilla? ¿Se han propuesto ideas para paliar el efecto negativo de la crisis, o le pediría alguna otra línea de actuación?
Yo al ayuntamiento lo que le pediría es que, además de las ayudas, se hagan campañas de promoción potentes y se ayude a los establecimientos a cumplir la normativa. Es importante cumplir con los protocolos, dar seguridad a los trabajadores, dar seguridad a los clientes, y evidentemente que la actividad vuelva. Eso es lo más importante: que se invierta dinero en promoción y dar producto. Los monumentos siguen estando, pero ya la gente va a las ciudades a disfrutar de la ciudad, a ver espectáculos, a tener algo que hacer por las noches, a conciertos, a óperas, a actividades culturales… Es muy importante que Sevilla se convierta en un referente cultural.
¿Se aprecia de alguna manera la vuelta del turismo a Sevilla?
Se está viendo movimiento pero mucho más en apartamentos que en hoteles. Y lo que sí estamos viendo por la calle es que vuelve el turismo francés. Estamos en periodo fuerte de vacaciones en Francia y se están restableciendo vuelos con el país, Charleroi ahora mismo ha sido el primer vuelo. También con Nantes… poquito a poco se van retomando esas conexiones. Por algo es nuestro primer cliente internacional.
Tengo mucha fe también en que el turismo italiano en agosto vuelva a moverse un poquito cuando se restablezcan las conexiones. Hay una afinidad muy fuerte con Nápoles por ejemplo, y Sicilia creo que es un mercado muy importante. Lo que veo ahora mismo más complejo, que para nosotros era muy buen emisor, es todo el norte de Italia, sobre todo Milán.
Sin ir muy lejos hay mercados que se pueden ir tocando conforme esto se vaya descongestionando. Todas las medidas económicas, todo lo que queramos hacer, es un salvavidas, pero lo que hay que buscar es volver a tener nuestra clientela, volver a valernos por nosotros mismos, volver a tener los hoteles con ocupación alta. Que la ciudad vuelva a tener su curso económico y gran parte del curso económico de la ciudad pues evidentemente es el turismo. Pero pensando que esto no será igual nunca. No vamos a volver al punto de salida y hay que reinventarse por el camino.