El teletrabajo constituirá una de las tendencias de la nueva realidad post-Covid, que será incorporada -con distintos formatos y planteamientos- por un importante número de empresas y profesionales. Este esquema laboral generará grandes oportunidades para un nuevo tipo de viajes, el turismo de teletrabajo, que puede tener un gran impacto en las economías locales de los destinos que sepan adaptarse y aprovecharlo, explica Carlos Mira. Presidente de la consultora Arthur D. Little España, en el último número de FITUR NEWS
Al no tener la necesidad de ir cinco días a la semana a la oficina o trasladarse a reuniones presenciales con clientes, el trabajador puede plantearse teletrabajar desde cualquier lugar en el que cuente con las condiciones adecuadas (conectividad de banda ancha asegurada, espacios físicos adecuados, etc.). Esto va a hacer posible para muchos lo que hasta ahora solo era viable para unos pocos profesionales privilegiados: compatibilizar el trabajo con una estancia en un destino atractivo para el profesional y su familia.
El Presidente de Arthur D. Little explica que las estancias de teletrabajo tendrán una duración mayor que las habituales para el turismo convencional, “que para un pueblo o ciudad pequeña de interior podría pasar de 1-2 noches del fin de semana a 4 o más, pudiéndose incluso extender a varias semanas si el destino reúne las condiciones de oferta y entorno adecuados”.
Para muchos destinos, especialmente los de interior, esto planteará la necesidad de modernizar su oferta para hacerla atractiva a estancias más largas de las habituales: “menús más variados y equilibrados en la restauración, experiencias culturales y al aire libre, actividades deportivas, así como alojamientos adecuados para estancias más largas, como aparta-hoteles, etc.” Los destinos deberán prepararse para el turismo de teletrabajo, ofreciendo “comunicaciones de calidad profesional, alojamientos con espacios adecuados y centros de coworking con una oferta a la altura de los existentes en las grandes ciudades”.
Reuniones y ocio
Carlos Mira advierte de que la oferta de turismo de teletrabajo no solo debe estar dirigida a los teletrabajadores, sino también a las empresas, que tendrán la necesidad de compensar la pérdida del contacto presencial y las dificultades de crear relaciones de confianza, de equipo y de pertenencia que conllevan la ausencia de la oficina. “Para ello, es muy adecuado el formato de estancias de 3-5 días en destinos atractivos donde se pueda compatibilizar el trabajo habitual con reuniones, seminarios, conferencias y con actividades de ocio que favorezcan el desarrollo de relaciones personales y la creación de vínculos”.
A juicio de este experto, España tiene una gran oportunidad de ser pionera en este nuevo concepto de turismo de teletrabajo, “muy favorable a la desestacionalización que necesitamos y a desarrollar las economías locales de nuestros municipios y comunidades, tanto de costa como de interior”. Como apunta, “el estar entre los países europeos líderes en despliegue de fibra óptica, nuestra infraestructura de transportes, la potencia de nuestros sectores turístico y de construcción y los atractivos naturales, artísticos y culturales de nuestro país nos dan una oportunidad única que no debemos perder”.